domingo, 28 de diciembre de 2014

Un ejercicio de reflexión antes de finalizar el año


Hola a todos. Escribo esta entrada, tras un gran parón por problemas técnicos y de salud ya resueltos, para desearos unas felices fiestas.

Seáis creyentes o no, estas fechas nos afectan a todos, pues todo nuestro entorno cambia: las luces de colores en las calles, villancicos en los comercios, anuncios navideños en la televisión, felicitaciones entre vecinos, amigos, por correo, whatsapp o redes sociales, etc.

Algunos pacientes me han confesado en la consulta que la Navidad les resulta muy triste si no hay niños, pues están asociadas con recuerdos de personas que pueden no estar ya, o tiempos pasados que fueron mejores. Y esta es una opinión compartida por mucha gente, y en algunas ocasiones, debo confesar, también por mí misma. Es cierto, es algo que muchas veces no podemos evitar. Al igual que en cada cumpleaños o aniversario, echar la vista atrás y recordar con nostalgia algunos aspectos de nuestro pasado.